lunes, 17 de agosto de 2015

Por mí y por todos mis compañeros

POR MÍ Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS

POR MÍ Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS

Si la pobreza ha regresado a Murcia o si nunca se fue es algo que no vamos a tratar aquí. En cambio, sí vamos a mostrar cómo Juan Jódar, director del IES. Poeta Julián Andúgar (Santomera), junto a profesores, el AMPA y un montón de chiquillos han decido poner remedio a la falta de desayunos de los alumnos más necesitados. Agárrese fuerte, lector, porque vamos a viajar a un mundo cercano en tiempo presente:
Juan Jódar Caro, director del IES. Poeta Julián Andúgar.

 Murcia, año 2015.

Un grupo de profesores detecta que hay alumnos (concretamente los de 12 a 14 años, los pequeños de la ESO) que no desayunan. ¿Qué observan?
En primer lugar, siempre son los mismos chiquillos/as a los que se les olvida el bocadillo en casa. En segundo lugar, además estos nunca se acuerdan de traer el dinero para  comprarlo en la cantina. Sin embargo, el hambre  sí tiene memoria y a media mañana andan los alumnos pegando bocados y arrancando pequeños pedazos de pan a los desayunos de sus compañeros.
Detectar los casos de pobreza en la actualidad es algo muy sutil, lo detectan sus profesores, quienes  vocacionalmente los observan día a día en el recreo. Y es que tener doce años y ser pobre en pleno siglo XXI no es nada fácil de llevar.
Seguramente, lector/a, recuerda las cartillas de racionamiento de la postguerra para los niños en los colegios y también los dibujos, primero en cómic (años 40) y después en televisión (años 60) del personaje de Carpanta.
Carpanta, creado por el autor español Escobar, siempre tenía hambre en sus historietas. Además era huérfano y vivía debajo de un puente.
Los niños de la dictadura franquista veían en Carpanta un reflejo de sus miserias. Pero el siglo XXI se constituye como un siglo feliz para los niños españoles, más aún desde 1985, cuando se firmó ingresar en la Unión Europea y hubo un abaratamiento de la leche. Desde entonces todo ha sido de color de rosa. Los padres y madres han colmado de juguetes, caprichos y de todo aquello, que ellos no tuvieron, a sus hijos. Han creado una visión de la sociedad, en la que todo lo que se desee es accesible con solo pedirlo. Frente al personaje de Carpanta (que significa, según la RAE, “hambre violenta”),  en la actualidad recibimos dibujos en canales internacionales,  por ejemplo, de la babytv,  que  siendo tan niños eligen lo que quieren comer. Hablamos de “Henry tiene hambre.”, en inglés “Hungry Henry”, pero que en otros países lo califican de “Henry <<el glotón>>”. Se define “glotón” como “el que come con exceso, con ansia”. Y es que este pequeño personaje entra a un restaurante y un camarero, siempre a su servicio, le ofrece el menú. En un capítulo, por ejemplo, le muestra en la carta fruta, pero Henry quiere patatas fritas. Aunque con intención pedagógica para enseñar a los más pequeños los diferentes alimentos, lo cierto es que no transmiten valores, al darle la opción de elegir lo que comer y no solo de lo que hay o se le recomienda.
Si ya de bebés ven que lo normal es poder escoger la comida, según su capricho, al llegar a los 12 años, último año de la infancia y donde inician su camino  hacia la adolescencia, resulta incomprensible su situación en relación al entorno. A eso se le suma, la necesidad imperiosa de los adolescentes por destacar en el grupo social, con marcas y el consumismo impuesto por la televisión. Por eso, no solo los alumnos padecen la penuria. Es que tener 12 años y saberse pobre en el siglo XXI es  trágico. Prefieren callárselo y aparentar torpeza y olvido en sus almuerzos. ¿Qué causas han provocado que haya niños que no desayunen?

 Viajamos a Murcia, 2011-2013.
“Antes de contestarte a las preguntas- nos cuenta Juan Jódar- quiero hacerte unas consideraciones, en relación a las mismas: el deterioro de las ayudas para libros, becas de material, transporte, es un hecho indiscutible  en la Región de Murcia en los últimos cuatro años. La supresión del bonolibro en la enseñanza obligatoria causa al menos en nuestro centro, aunque creo que es una situación generalizada que un colectivo de niños de familias menos acomodadas, sirva el eufemismo,  que no traigan al centro ni cuadernos, ni bolígrafos, ni mucho menos libros de texto. De esta forma a los males que sufren en sus casas, muchas veces acompañados de graves problemas de estructura familiar (separaciones traumáticas, desahucios, niños como arma arrojadiza de los conflictos entre los mayores, etc. ), se suman las faltas de ayudas.
Los recortes y la nueva política educativa tienen mucho que ver, el bocado que ha sufrido el Estado del Bienestar en cuanto a la educación se refiere. Es un hecho indiscutible, aunque a más de un político se le siga llenando la boca en el sentido en que se han mantenido con nuestros esfuerzos, que no sacrificios, los pilares del mismo.
La financiación de los centros de enseñanza han sufrido una merma de un presupuesto, ya más que ajustado de un cuarenta por ciento desde el año 2011.Para que te hagas una idea- continúa el director - nuestro centro con 1000 alumnos recibía en el 2010  121000 euros para gastos corrientes y programas educativos varios, hoy con un grado de dificultad mayor consecuencia de la crisis, nuestro centro recibe escaso 76000 euros.” Por todo ello, hace más de ocho años organizaban carreras solidarias para proyectos  del Tercer Mundo, pero este año la triste novedad es que las necesitan para libros de familias cercanas, que viven en una situación límite, y lo que es peor, incluso para los desayunos de los chiquillos.

Antes de seguir con la entrevista, contrastamos  estos datos que observan los enseñantes con los informes de UNICEF ( Políticas públicas para reducir la pobreza infantil en España: análisis del impacto)  en relación a nuestro país:
Así pues, la inversión en políticas relacionadas con la infancia en 2013, en situación de crisis y de elevados niveles de necesidad, es menos intensa sobre la población a la cual se dirige (los niños y las niñas) que en 2007, año previo al estallido de la crisis económica (un 12,5%)”.


 Ante este panorama,  ¿qué  se puede hacer?  Murcia, 2015.
Tener 12 años, 13, 14 y hasta 15 años priva de aparecer en otros informes como en el EAPN ( European Anti Poverty Nerwork). Claro, no se tiene la edad mínima para trabajar y aún los padres/madres deben mantenerlos, como  para que aparezcan en las estadísticas.  Sin embargo, están en ese camino en el que dicen adiós al pediatra, cambian del colegio al instituto, reciben nuevas asignaturas, más horas de estudio, y, aunque los amigos/as van y vienen, quieren compartir con sus compañeros las excursiones, las actividades extraescolares y hasta asistir, sin ser obligatorio, a sus fiestas de cumpleaños.   Pero en la realidad  algunos no llevan libretas, ni siquiera dinero para el desayuno.  ¿Cómo reaccionan estos púberes?
¿Acaso, lector/a, cree que ellos no son poderosos? Eso es porque no conoce a estos chicos/as de 2º ESO, que incluso buscan sus propios patrocinadores, para que les paguen su participación en la carrera solidaria, organizada por el instituto.

Exacto. Los brillantes atletas piden 0,50 céntimos por vuelta a sus colaboradores ( profesores, amigos, familiares, etc). Cada vuelta alrededor del pabellón mide 550 metros. Cada participante aporta su dinero recaudado, para la recoleta general,  y corre según sus posibilidades o lo que le hayan pagado. El máximo son 12 vueltas para las chicas y 14 para los chicos (6 km y 25 minutos aproximadamente).




Chaima Lahsini fue campeona absoluta femenina. Participaron también alumnos/as de bachiller y ciclos formativos, pero esta alumna de 2º ESO resultó vencedora.
Lo mismo ocurrió con Nabil Afraj, que en su ánimo por recaudar dinero para los libros y los desayunos de sus compañeros, corrió 15  vueltas en vez de 14. Sin embargo, la carrera se celebró el 17 de abril de 2015, y, ya hacía calor en Santomera.” Hubo que pararlo- cuenta Juan Jódar- Nabil  obtuvo 30 patrocinadores y quería cumplir con sus 30 vueltas, pero los profesores no lo permitimos, ya era el claro ganador”.
D. Antonio Ruiz, Jefe de Estudios,  y Nabil Afraj, campeón masculino de la carrera solidaria.

Mientras los alumnos del IES Poeta Julián Andúgar volaban por el patio, la recolecta aumentaba. 400 participaron con dorsal, más otros 100 sin dorsal, pero con la misma solidaridad, reunieron 900 euros, con los que se administrarán para libros esenciales y vales para el desayuno.


 Esos vales se conmutan en la cantina del Centro por un bocadillo y una bebida. Un trabajador social revisará  a quiénes irán destinados. Empezarán en septiembre. De esta forma, tener 12 años o 14 en esta época puede ser realmente difícil, pero en el IES Poeta Julián Andúgar los desayunos y los amigos no faltan nunca.

 Autora: María Alcaraz.